El Big Wave World Tour, o Torneo Mundial de Olas Grandes, es un campeonato de surf anual que se especializa en la subdisciplina de «surf de olas grandes». Este torneo se lleva a cabo en varias ubicaciones alrededor del mundo, caracterizadas por sus imponentes olas de entre 6.2 a 15.5 metros. La Association of Surfing Professionals (ASP) organizó originalmente el evento, pero desde 2015 lo administra la World Surf League (WSL).
El torneo comenzó en 2009 con cuatro eventos principales en Chile, Perú, Estados Unidos y México, más las rondas clasificatorias. En 2010, se redujo a tres eventos y en 2011, a solo dos. Pero en 2012 y 2013, el número de eventos principales se incrementó nuevamente a tres. La temporada 2014 estableció seis eventos con ubicaciones fijas, incluyendo lugares de renombre como Pe’ahi en Hawái y Dungeons en Sudáfrica. En 2015, coincidiendo con el cambio de ASP a WSL, se incrementó a siete eventos fijos.
El formato del torneo se basa en un sistema de puntos y rondas clasificatorias, similar a otros deportes regidos por ranking. Los surfistas son calificados según una escala de evaluación preestablecida que va de 0.0 (muy malo) a 10.0 (excelente), dependiendo del desempeño y la dificultad de las maniobras ejecutadas.
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El surf de olas grandes incluye pruebas de remada y tow-in (donde los surfistas son remolcados por motos de agua). Las competiciones suelen ser individuales, aunque hay algunas en parejas, como el Nazaré Big Wave Challenge. Las pruebas varían en formato y categoría, pero comúnmente incluyen premios para las olas más grandes y las mejores actuaciones, así como para los wipeouts más espectaculares.
Historia del surf de olas grandes
El surf de olas grandes, un deporte que desafía la bravura y habilidad de los surfistas, tiene sus raíces en las costas de Hawái, donde se originó y floreció antes de ganar prominencia a nivel mundial en la década de 1970. A lo largo de los años, este deporte ha experimentado una transformación tanto en el equipamiento como en las técnicas empleadas, adaptándose progresivamente a las demandas y desafíos de enfrentarse a las olas más intimidantes del mundo. Inicialmente, los surfistas utilizaban tablas grandes y voluminosas, ideales para la estabilidad en mares tormentosos.
Sin embargo, en los últimos tiempos, ha habido un notable giro hacia la pureza y la esencia del surf de olas grandes. Este cambio se refleja en el diseño más refinado y maniobrable de las tablas, permitiendo a los surfistas no solo enfrentar olas gigantescas sino también realizar maniobras complejas y expresivas. Esta evolución ha llevado el deporte a nuevas alturas, enfatizando la habilidad y el arte del surf en su forma más desafiante y espectacular.
En el hemisferio norte, la temporada coincide con el invierno en España, de noviembre a marzo. La activación de los eventos depende de varias condiciones, como el viento, las mareas y la dirección del oleaje.
A lo largo de los años, este deporte ha experimentado una transformación tanto en el equipamiento como en las técnicas empleadas, adaptándose progresivamente a las demandas y desafíos de enfrentarse a las olas más intimidantes del mundo
La World Surf League (WSL) ha revelado sus emocionantes planes para la próxima temporada de competiciones de olas grandes, eligiendo como escenarios dos de las localizaciones más icónicas y desafiantes del mundo: Peʻahi en Maui, Hawái, conocida popularmente como Jaws, y Praia do Norte en Nazaré, Portugal. Estos lugares son célebres por sus monstruosas olas y condiciones extremas, ofreciendo un espectáculo sin igual en el mundo del surf. Para asegurar un evento desafiante, la WSL establece un criterio estricto: solo se llevarán a cabo las competiciones si las previsiones prometen olas de al menos 25 pies (aproximadamente 8 metros), garantizando así una experiencia emocionante tanto para los atletas como para los aficionados del surf de olas grandes. La anticipación crece mientras los surfistas y espectadores aguardan la «Alerta Verde» que señalará el comienzo de estas épicas batallas contra las gigantes del océano.
El Big Wave World Tour no es solo una competición de surf; es una celebración de la audacia humana y el espíritu aventurero, un tributo a aquellos que se atreven a enfrentar las fuerzas más poderosas de la naturaleza. Con cada temporada, el torneo no solo desafía los límites de los surfistas, sino que también inspira y cautiva a espectadores de todo el mundo.
