La vida es dinámica, un constante movimiento que requiere adaptación y valentía. Nadie entiende esto mejor que Raúl García, un surfista nacido en La Plata que tuvo que dejar su ciudad natal para perseguir su pasión por el surf. Hoy en día, Raúl no solo representa a Argentina en competiciones internacionales, sino que también vive su sueño recorriendo el mundo con su tabla de surf.
“Nací en La Plata, pero en la década de los 90 mis papás compraron un departamento en Santa Teresita y ahí comenzó mi contacto con el mar y la tabla. Era mi pasión, pero solo tres meses del verano. Estaba todos los días en el agua”, recuerda Raúl, relatando cómo comenzó su aventura en el surf.
Al terminar el colegio, Raúl decidió mudarse a Mar del Plata para estudiar profesorado en natación y formarse como guardavidas. “Mi primer viaje de puro surf fue a Perú y cuando volví dije ‘esto es lo que quiero para mi vida, solo me faltaba complementarlo con la parte económica’”, añadió.
El mar, aunque a veces revoltoso y engañoso, también es una forma de vida que Raúl ha abrazado con pasión. “Es posible, cuesta, pero sí se puede vivir del sueño y el mío era estar cerca del mar, arriba de una tabla y compitiendo a nivel mundial, recorriendo el mundo”, afirmó.
Raúl García y la vida en el surf: el sueño de un platense que quiere triunfar en el mundo
En los últimos años, varios argentinos han logrado abrirse camino en el mundo del surf de alto nivel, aunque no ha sido fácil debido a la situación económica en Argentina. “Hay muchos argentinos, tenemos muchos buenos surfistas que quizás no son muy reconocidos o no tienen un sponsor en la tabla, pero a cada país que voy a competir me encuentro con un argentino”, explicó Raúl.
La cuestión económica siempre ha sido un desafío, pero Raúl encontró formas creativas de financiar su pasión. “En cada país que fui a competir, trabajé y ahorré. Ahora tengo unas cabañas de alquiler en Costa Rica y con eso me doy mis gustos: competir, estar en el mar y arriba de la tabla”, comentó.
Desbloquear olas y recorrer el mundo: el camino de Raúl García
Raúl describe el proceso de “desbloquear olas” como una serie de desafíos técnicos y físicos. “Cada ola tiene su dificultad técnica. Unas tienen fondo de arena, otras de coral y te puedes lastimar si te vas al fondo. Las formas de las olas son diferentes, así como el tamaño. Con el nivel que tienes vas eligiendo, para ir desbloqueando y cumpliendo sueños. Lleva tiempo, frustraciones, lesiones y aprendizajes”, explicó.
Entre sus múltiples historias, Raúl recuerda con especial alegría su primer gran objetivo en Puerto Escondido, México, conocido por tener la ola más grande del mundo. “Tiene mucha fuerza en el momento del impacto y te puede lastimar mucho. Ahí muchos surfistas pierden la vida. Me llevó 8 o 9 temporadas, es decir, 9 años. Desde el 2012 hasta el 2019 fui todos los años y en el 2017 tuve una fuerte lesión que me dejó fuera un año. Volví más fuerte que nunca”, narró.
Además de Puerto Escondido, Raúl ha explorado nuevos horizontes en Portugal, donde comenzó a practicar el tow-in surfing, una modalidad que requiere ser remolcado por una moto de agua para surfear olas grandes. “En Portugal empecé una nueva modalidad, a surfear con tow-in, donde descubrí un mar nuevo, a la par de dos marplatenses. Este año tuve la primera experiencia de tow-in y fue épico. Por delante sigo entrenando y puedo describir este nuevo entrenamiento donde tengo que tener entrenadas otras partes del cuerpo respecto del surf. El ojo lo tengo puesto en volver a Nazaret”, señaló.
La travesía continua: próximos desafíos y aspiraciones
Para Raúl, cada ola y cada competencia representan un nuevo desafío y una nueva oportunidad de superarse. “Mi objetivo siempre ha sido competir al máximo nivel y disfrutar cada momento en el mar. El surf es mi vida y cada día es una nueva oportunidad para mejorar y aprender”, expresó con determinación.
En los últimos años, varios argentinos han logrado abrirse camino en el mundo del surf de alto nivel
Uno de sus próximos desafíos es competir en las olas gigantes de Nazaret, Portugal, conocidas por ser algunas de las más grandes y peligrosas del mundo. “Nazaret es el próximo gran desafío. Quiero enfrentarme a esas olas y demostrarme a mí mismo que puedo hacerlo. Es un reto que me emociona y me motiva a seguir entrenando y mejorando”, afirmó.
Además de competir, Raúl también se dedica a enseñar y compartir su pasión por el surf con otros. En Costa Rica, donde tiene sus cabañas de alquiler, ofrece clases de surf y organiza retiros para surfistas de todo el mundo. “Me encanta poder compartir mi pasión y ayudar a otros a descubrir la magia del surf. Ver a alguien montar su primera ola es una sensación increíble y me llena de satisfacción”, comentó.
Reflexiones finales: el surf como filosofía de vida
Para Raúl García, el surf es más que un deporte; es una filosofía de vida. “El surf me ha enseñado mucho sobre la vida. He aprendido a ser paciente, a enfrentar mis miedos, a superar obstáculos y a disfrutar cada momento. El mar es un gran maestro y cada ola es una lección”, reflexionó.
Su historia es un testimonio de determinación, pasión y resiliencia. A pesar de los desafíos y las dificultades, Raúl ha demostrado que con esfuerzo y dedicación, es posible alcanzar los sueños más grandes. “Si se quiere, se puede. No importa de dónde vengas ni los obstáculos que enfrentes. Si tienes una pasión y trabajas duro, puedes lograrlo”, concluyó con una sonrisa.
La travesía de Raúl García continúa, y con cada ola que surfea, sigue escribiendo una historia de éxito y superación que inspira a muchos. Desde La Plata hasta los rincones más remotos del mundo, su pasión por el surf lo lleva a nuevas alturas y horizontes, demostrando que los sueños, cuando se persiguen con el corazón, no tienen límites.