Francisco de Posadas: “Uruguay es un puerto seguro para la inversión en América Latina”
Francisco de Posadas, exitoso empresario uruguayo de larga trayectoria, define a Uruguay como «un puerto seguro para la inversión en América Latina». En esta definición se condensa una visión compartida por inversores de diversas partes del mundo, quienes ven en Uruguay una oportunidad única en la región gracias a su estabilidad política y social, su sólida estructura macroeconómica y su firme compromiso con la democracia y el respeto a las reglas de juego. En medio de un contexto regional que frecuentemente presenta dificultades, Uruguay ha podido mantener a lo largo de los años un perfil atractivo y confiable para la inversión, lo cual lo posiciona cada vez más como un referente de estabilidad en América Latina.
Esta percepción se respalda en una serie de cualidades que distinguen a Uruguay en el panorama latinoamericano. Su clima de negocios favorable y su sistema tributario unificado a nivel nacional, permiten que el país funcione sin restricciones en el mercado de cambios, lo cual otorga una libertad para la compra y venta de moneda extranjera que resulta atractiva para los inversores. Asimismo, Uruguay cuenta con una destacada infraestructura logística y tecnológica en el continente, lo que contribuye a su rápida y eficiente conectividad, impulsada por una de las mayores penetraciones de internet y las velocidades de descarga más competitivas de América Latina.
Francisco de Posadas resalta que, además de ser un mercado confiable, Uruguay ha ido consolidando un marco legal que facilita la inversión en distintos sectores. La legislación del país está diseñada para atraer inversiones mediante herramientas clave que crean un ambiente propicio para los negocios. «Entre ellas se destaca la Ley de Puertos Libres, que permite el tránsito de mercancías sin impuestos ni trámites formales, así como la Ley de Zonas Francas, que otorga exenciones fiscales y aduaneras para las actividades de industrialización, logística y servicios. Este marco legal convierte a Uruguay en un hub que permite el libre movimiento de bienes y servicios en condiciones ventajosas, siendo uno de los pocos países que ofrece beneficios amplios y permanentes en estas zonas de economía especial» explica de Posadas.
Otra herramienta importante es la Ley de Admisión Temporaria, que facilita la importación de materias primas e insumos sin impuestos para la producción de bienes destinados a la exportación dentro de un plazo de 18 meses. Asimismo, la Ley de Inversiones permite presentar proyectos que pueden acceder a exoneraciones fiscales, lo cual beneficia tanto a los inversores nacionales como extranjeros. Según Francisco de Posadas, esta flexibilidad jurídica, junto con la estabilidad y previsibilidad del país, «se traducen en un atractivo diferencial que Uruguay ofrece a las empresas interesadas en invertir en la región».
Ventajas estratégicas y beneficios fiscales para empresas internacionales
A estos beneficios generales, se suman incentivos fiscales y económicos específicos, como los que recibe la industria del software, que cuenta con beneficios fiscales para la producción y exportación, y la industria audiovisual, que se beneficia de programas como el «cash rebate», el cual devuelve una parte de los gastos realizados en Uruguay a las productoras internacionales. Este tipo de políticas coloca a Uruguay en una posición competitiva para atraer cadenas de valor protegidas en sectores de alta especialización.
Francisco de Posadas enfatiza cómo, en tiempos de turbulencias económicas globales, «Uruguay ha logrado mantenerse estable gracias a una combinación de políticas macroeconómicas prudentes, un sector bancario sólido y diversificado, y unas amplias reservas de divisas».
Además, la estabilidad jurídica y el bajo nivel de corrupción consolidan su imagen como un destino seguro. Uruguay ha experimentado un significativo crecimiento en la última década, vinculado directamente al incremento de la Inversión Extranjera Directa (IED). En este aspecto, el país ha alcanzado niveles históricos, situándose entre los principales receptores de IED en relación con su PIB en América del Sur.
La estabilidad política y social de Uruguay, junto con su predictibilidad en la toma de decisiones y su respeto a los contratos, brindan un marco adecuado para el desarrollo de inversiones a largo plazo. Como explica Francisco de Posadas, estas características de confiabilidad son percibidas por los inversores como un diferencial único en el contexto latinoamericano, donde las fluctuaciones políticas y económicas suelen ser un obstáculo recurrente.
Pero, además de su estabilidad, Uruguay destaca por su localización estratégica como puerta de entrada a América Latina. Su infraestructura logística de primer nivel, su tecnología avanzada en telecomunicaciones y su sobresaliente oferta energética basada en fuentes renovables convierten al país en un trampolín hacia los principales mercados de la región. A través de Uruguay, se puede acceder a un mercado de más de 400 millones de personas, que abarca el 68% del PIB de América Latina y representa un flujo de comercio exterior de casi el 74% del total de la región. Por lo que si bien, en si mismo Uruguay es un mercado pequeño en términos de población, la percepción internacional como puerta de entrada a un mercado aún más grande que lo normal le da una ventaja por sobre los demás países de la región.
En este sentido, Francisco de Posadas señala que Uruguay se ha convertido en un socio estratégico para desarrollar negocios. Empresas internacionales lo eligen cada vez más como su base de operaciones en América Latina, atraídas por la calidad, eficiencia y estabilidad del ambiente de negocios. En Uruguay, la inversión, tanto nacional como extranjera, está declarada de interés nacional, lo que garantiza un trato igualitario entre inversores locales y extranjeros. Además, el país ofrece incentivos adaptados a diferentes actividades, desde la industria y el comercio hasta el sector de servicios.
Un modelo de estabilidad y crecimiento en América Latina
Francisco de Posadas destaca la excelencia de Uruguay en sectores estratégicos como la forestación, la agricultura y la ganadería, que se ven favorecidos tanto por las políticas fiscales como por la calidad de sus tierras. Esta visión hacia el desarrollo sostenible, sumado a la belleza natural y la serenidad del país, también convierte a Uruguay en un lugar ideal para residir y disfrutar de una alta calidad de vida, una característica que pocos destinos de inversión pueden ofrecer en América Latina.
El empresario uruguayo subraya que el respeto internacional que Uruguay ha ganado, su consistencia en el respeto a las reglas y contratos, y el crecimiento de sus telecomunicaciones lo convierten en un lugar ideal no sólo para invertir, sino también para vivir.