
Italia, país de pintores, escultores, músicos y poetas, es conocido por su rica herencia artística y cultural. Sin embargo, más allá de las obras maestras en galerías y museos, Italia esconde un secreto bien guardado: su potencial como destino de surf en el Mediterráneo. A pesar de lo que pueda parecer a primera vista, la Península Itálica, abrazada por el mar, recibe cada año algunos swells de calidad que atraen a surfistas de todo el mundo. Uno de los puntos destacados para los amantes del surf se encuentra en el norte, cerca del pintoresco pueblo de Varazze.
A unos 10 kilómetros al oeste de Génova se encuentra el encantador pueblo de Bogliasco, un lugar que desempeñó un papel fundamental en el nacimiento del surf en Italia a principios de los años 70. Fueron los pioneros quienes se acercaron a esta disciplina prácticamente desconocida por aquel entonces y comenzaron a explorar las olas que llegaban a estas costas.
La zona donde los surfistas se posicionan para coger las olas, conocida como «line up», está alineada con la punta extrema de la marina, lo que facilita el posicionamiento y la captura de las olas de manera efectiva. Bogliasco se ha convertido en un lugar de culto para los surfistas que buscan experiencias emocionantes en el Mediterráneo.
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No muy lejos de Bogliasco se encuentra Recco, un destino ideal no solo para los surfistas experimentados, sino especialmente para los principiantes. La alta frecuencia de olas pequeñas en Recco facilita todas las maniobras y es la condición ideal para familiarizarse con la tabla. Además, en este pueblo de Liguria se encuentra la mayor escuela de surf de Italia, la Blackwave Surf School, que ofrece clases y entrenamiento para surfistas de todos los niveles. También es digno de mención el Surfestival, un evento que se celebra entre los meses de mayo y junio y que reúne a los mejores deportistas del sector en competencias emocionantes.
En la Riviera de Ponente, el lugar favorito de los surfistas es Varazze. Aquí, los surfistas más experimentados encuentran el mar ideal para divertirse, especialmente en invierno o a finales de otoño. Cuando el viento lebeche sopla con fuerza, el deseo de cabalgar las poderosas olas se hace irresistible y los acróbatas acuáticos se dejan llevar por la emoción de las olas desafiantes.
A poca distancia del Parque Nacional de las Cinque Terre se encuentra la bahía de Levanto, cuyas olas pueden alcanzar los impresionantes 4 metros de altura. Este lugar es un paraíso para los cazadores de olas, ya que ofrece una variedad de puntos de surf con características que varían según la diversidad del fondo marino. Los vientos y las mareas dictan las condiciones del mar, siendo el lebeche y el mistral los más propicios, pero los surfistas no se dejan desanimar ni siquiera cuando sopla el siroco.
A pesar de lo que pueda parecer a primera vista, la Península Itálica, abrazada por el mar, recibe cada año algunos swells de calidad que atraen a surfistas de todo el mundo
Un encantador pueblo que se ha vuelto cada vez más popular entre los surfistas es Lerici, situado en el golfo de La Spezia. La llamada «Venus Azul» es uno de los lugares más populares de Liguria en invierno, especialmente durante el fuerte oleaje cuando el viento lebeche golpea la costa de Levante. La playa de Lerici está protegida por un fuerte dique, lo que crea condiciones óptimas para la práctica del surf.
Así que, aunque Italia sea conocida por su arte y cultura, también es un destino emocionante para los amantes del surf. Desde las olas de Varazze hasta las aguas de Lerici, el Mediterráneo ofrece un escenario único para experimentar la magia de surfear en uno de los países más hermosos del mundo.